Antes de que amaneciera, salí huyendo de tu cama,
en tu espejo un testamento, no nos queda nada,
dejé tu barra de labios y con ella un par de años...
de quererte por las tardes, de mañanas sin llamarte.
Tú me enseñas que se puede querer lo que no ves.
No consigo recordar por qué motivo me fui, pero en tu cuarto de baño sigue tu rojo de labios.
No consigo recordar como he llegado hasta aquí solo sé que estoy borrando lo que un día te hizo daño...
Lo que no ves
12:43 |
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