Para María:
Quiero darte las gracias por estar junto a mí cada día, por soportarme, por quererme, por tu gran paciencia conmigo. Si no fuera por el pequeño detalle de que no tienes alas diría que eres un ángel, bueno, no te hacen falta para serlo. Eres una persona muy especial, le has dado un vuelco a mi vida en muy poco tiempo, y eso es admirable. Adoro que tengas un papel en cada uno de mis sueños, siendo siempre la protagonista, adoro que seas también la protagonista en mi vida, que ocupes mis pensamientos las 24h del día. Es genial... Eres genial. ¡Eres tan enorme, enana! Haría cualquier cosa que me pidieras con tu estable dulce sonrisa. Me apeno de aquellos que no te conocen, pues no conocen el amor, y me alegro de que entre todos tus conocidos sea yo.
Yo la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, yo tu mujer, tu compañera, tu confidente, tu amiga, tu punto de apoyo, tus lágrimas y sonrisas. Tú y yo. Jajaja ahora mismo estás aquí dormida en mi cama, te haré una foto, no te despiertes ;). Ya te la hice, que linda. ¿Ves? Momentos como estos son los que hacen que valga la pena despertarse y enfrentarse a un nuevo día. Eres mi motivación. Ojalá pudiera expresarte con palabras y ahora mismo cuánto te amo, cuánto te extraño cuando no estás cerca, cuán bien me siento cuando me abrazas. Me haces ser feliz.
Y ya me voy despidiendo, que te anhelo demasiado.
María González Aranda, te amo.
Atte; Bahía Morales Tejada.
0 comentarios:
Publicar un comentario