No quiero que me aplastes con tu mirada en un solo segundo, quiero que me escuches. No debo cargar con tus problemas del pasado, son tuyos, nunca fueron míos. Jamás te he hecho tomar ninguna decisión, tú elegiste el camino que creías que más te convenía. Nunca, nunca, nunca me eches en cara que hiciste algo por mí cuando yo no era consciente de lo que estaba pasando.
Descargabas tu rabia en mí todos los días, hacías que me sintiera culpable de todos tus errores. Siempre me exigiste más de lo que debías, cómo voy a subir tan alto si siempre me has repetido que estaba abajo.
Me hundiste... de la misma manera que solo tú sabrías hacerme ascender. Te quiero.
0 comentarios:
Publicar un comentario