Me lo han dicho muchas veces, me lo han repetido millones. Y yo enfadándome, llorándote cada noche y soñándote cada minuto que duermo. Y todo, todo ha sido en vano.
Cuándo vas a cansarte de dañarme hasta cuando ya creía que más no era posible? Ni vas a leerlo, ni siquiera vas a imaginar que eres lo único que me duele. O al menos lo que más.
No te has dado cuenta todavía? Estoy repleta de sangre, me mataste un 29 de febrero. Ya no vivo, sobrevivo...
Y tú, has venido a salvarme verdad? Cuánto te quiero. Gracias...
29 de febrero.
9:58 |
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