Los latidos no responden ni reaccionan. Las paredes de mi cuarto cada vez se encogen más, la cuentra atrás para contar los segundos que me quedar para romper a llorar.
Confieso que esperaba que volvieras a por mí y esperando vi marchitar las rosas de aquel jardín.
Puedes tenerlo todo y no tener nada
15:29 |
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