Lloro en mi hombro cuando nadie me entiende.

A veces me desdoblo y me digo al oído qué bueno respirar, sentirte viva, qué bueno que te cruces por mi camino, rodeada de un espejo circular... Soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.
¡Qué grato es encontrarme vaya donde vaya! Por más que me cuente mis chistes siempre me hacen gracia. Si me voy, si me duermo la vida se apaga. ¡Qué potra saber que siempre me seré fiel! ¡Qué suerte desde un principio caerme tan bien!
Sexo seguro, sin riesgo, sin contemplaciones. Dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor, menuda soy para el amor. Y qué le voy a hacer si la gente me condenó al olvido, a ser autosuficiente, si con eso sobrevivo que no es poco. Mejor loca que mal acompañada.
Qué bonita, qué divertida es... conmigo la convivencia, descojonarme de mi última ocurrencia. Esperarme despierta vuelva a la hora que vuelva, o cocinar para mí mi plato favorito.
Sólo yo controlo, sólo yo determino. Lloro en mi hombro cuando nadie me entiende, si me siento sola miro a la  luna, me juro amor eternamente, rodeada de un espejo circular. Soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.
Y voy y me levanto, cada mañana, feliz y segura, me hago el desayuno, me lo sirvo a la cama. Y allá voy, menuda soy.