Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, estas cenizas no juegan con fuego, este ciego no mira para atrás. Este notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré, ahórrate el acuso del recibo... estas vísperas son las de después. A este ruído tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir, este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca. Estos ojos no lloran más por ti.
Con vinagre en las heridas.
Estos son los últimos versos que te escribo.
18:21 |
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Adoro este poema de Sabina, es precioso. Qué buena elección con todo lo que dice *.* <3
Sabina es Sabina, siempre es una buena elección :) <3
Publicar un comentario